Territorio, comunidad y municipio
Para nuestra nueva entrada en el blog,
hacemos referencia al texto de Jane Jacobs, en el cual se defiende un tipo de
ciudad, en la que se le dé más importancia a la convivencia y relación entre
vecinos que al resto de aplicaciones que se le pueden buscar a las calles.
Jane Jacobs defiende una ciudad habitada, es
decir una ciudad viva en la que sus ciudadanos se involucren en el día a día
ocupando lugares públicos, ya que Jacobs aboga por que nuestras ciudades sean
ciudades seguras y no aumentando la seguridad de estas aumentando la presencia
policial, sino aumentando la presencia de los vecinos en la calle. Jane Jacobs
cree en el tejido comercial para garantizar el dinamismo en las vías públicas,
provocando unas calles más seguras ya que el viandante puede ser visto y oído
en éstas, creando ciudades que favorezcan y posibiliten las relaciones interpersonales
entre los vecinos. Defiende que el espacio público sea el lugar de encuentro de
todos, siempre respetando al resto.
Creemos que es fundamental el uso de los
espacios públicos (parques, plazas, paseos, instituciones públicas…) aunque
queremos hacer hincapié en las aceras. En nuestras ciudades cada vez es mayor
el aumento de espacios públicos que fomentan más el pasar que el permanecer, un
ejemplo claro se ve en las aceras. Jane
Jacobs reivindica “la importancia de las
calles como lugares de relación” pero lo normal es observar cómo se permite
espacio para edificaciones y para el tráfico rodado de vehículos privados, pero
¿y las personas que deben ser las
principales protagonistas de las ciudades?. Tradicionalmente se habilitan aceras
bastante estrechas que impiden que personas se paren a dialogar, sin obligar a
otras personas a bajarse de las aceras, con el consiguiente peligro que esto
conlleva, por eso las personas tienden a continuar su camino sin pararse en
ellas. Las aceras se diseñan para circular y se tiende a un urbanismo en el que
las aceras quedan reducidas a un constante cruce de personas, impidiendo que
estas se paren y se relacionen entre sí. Normalmente las aceras vienen privadas
de bancos, zonas verdes, en general privadas de todo aquello que facilite la relación y conocimiento de nuestros
vecinos.
Extraemos unas palabras del texto, “Jacobs arremete contra la simplificación
que hace Le Corbuisier (teórico de la arquitectura, Arquitecto, diseñador y
pintor suizo, nacionalizado francés) de las calles, transformándolas en vías o
cintas limpias, sin obstáculos ni vida, por la que solo circulan vehículos privados.
La calle monofuncional pierde su sentido de ser, es otro elemento que desde
luego no contribuye a la ciudad como espacio de encuentro, conocimiento y
reconocimiento.”
Vemos como Jacobs critica las maneras de diseñar
de arquitectos que le dan más importancia a las edificaciones y al diseño que
al trato humano, por esto queremos mostrar como poco a poco las tendencias de
Jane Jacobs se van arraigando a nuestras ciudades.
Queremos mostrar la foto de la calle Seis de junio, una de las calles más céntricas
y amplias del pueblo de Valdepeñas (C.Real) (pueblo de uno de los componentes de Dando la
nota)
y como se está pasando (obra sin terminar) de aceras de 1,5 m a aceras de
3 m y como se ha pasado de dos carriles y dos líneas de aparcamiento a un solo
carril unidireccional, aparte de haber dotado a la calle de zonas ajardinadas y
bancos para sentarse, creemos que este es un ejemplo claro de reforma en la que
si se ha intentado mejorar, puede que no se cumplan los objetivos iniciales de
mejora, de hacer una ciudad más viva, que mejore las relaciones vecinales y
aumente la seguridad pero desde luego “el
que no apuesta no gana” y creemos que es una manera de permitir al
ciudadano el disfrute de un pueblo más hecho a su medida, eliminando la
hegemonía del tránsito rodado y pensamos que reformas así reportan unos
beneficios al ciudadano más allá de los económicos.
Vivamos nuestros pueblos y ciudades... ¡Toma tu calle!
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